Álvaro Pastor es guionista, director de cine y realizador publicitario. Se formó en la Escuela Libre de Artes y Espectáculos con Miguel Picazo, en el Estudio del actor Juan Carlos Corazza y el Conservatorio de Música de Madrid. Su primer largo YO, TAMBIÉN (2009) se estrenó en el Festival de San Sebastián consiguiendo dos Conchas de Plata para sus protagonistas, el Premio del Público en el Festival de Rotterdam y concursó en el Festival de Sundance. Por este film fue candidato a los premios Goya 2010 como director novel. La película obtuvo además el Goya a la mejor actriz para Lola Dueñas.
Fue premiado en el Festival de Cortos de Soria a la mejor realización junto con David Pareja por Los Dardos del Amor en 1999, al Mejor Realización y Premio del Público por, ‘Uno más, uno menos’ junto con Antonio Naharro en 2002 y Caballo de Soria al mejor guión por ‘Invulnerable’ en 2006.
Álvaro, encantados de tenerle de nuevo en Soria. Este año se va a celebrar un Cine Fórum donde se van a proyectar dos cortos suyos premiados ‘Uno más, uno menos’ e ‘Invulnerable’.
‘Uno más, uno menos’ es un cortometraje sobre el síndrome de down. La obra nos acerca al mundo de este tipo de incapacidad intelectual recalcando la importancia de conocer a las personas antes de crear una opinión sobre ellas. Este corto es una crítica al estigma social que existe hacia las personas con discapacidad, física o mental, que dificulta mucho más sus vidas por la discriminación que sufren. El corto muestra la realidad de estas personas que, contrariamente a la sociedad, no se ponen limitaciones y derrochan ganas y alegría de vivir. ¿Cuál es la crítica y la enseñanza que quiere mostrar?
El cortometraje ‘Uno más, uno menos’ es un cortometraje que dirigí junto a Antonio Naharro que además, es el hermano de la protagonista, Lourdes Naharro, que es una mujer con síndrome de down. Antonio me propuso la idea de contar la historia de su hermana, al ver cómo crecía y tenía todas las necesidades que tenían las mujeres de su edad. Normalmente, tendemos a mirar con cierto paternalismo a estas personas y con la necesidad de enseñarles cosas o de hablar de lo que pueden aprender pero rara vez, nos paramos a pensar qué nos pueden enseñar ellos a nosotros. Esto es lo que nos llevó a tratar el tema del síndrome de down: qué puede aprender una persona como es el caso de la periodista que aparece en el cortometraje. Es una periodista de éxito que realiza una entrevista a esta chica sin ningún interés previo pero finalmente se da cuenta que puede aprender muchas cosas de ella como que la vida merece la pena ser vivida solo por el simple hecho de estar vivo o que la felicidad no está en el éxito o en el brillo sino que radica en otro sitio como el amor o el vivir cada día estando contento y aceptando lo que uno tiene.
Personalmente, este corto marcó mi carrera. Yo antes quería ser un director de cine super importante, lo típico que todos queremos ser cuando estudiamos en la Escuela de Cine. Pero, después de conocer a Lourdes y a muchas personas con síndrome de down, se despertó en mí la necesidad de contar historias y no tanto de ser un director. Esta es una buena enseñanza, la humildad.
Trás años después del éxito de ‘Uno más, uno menos’, en el año 2005 estrena ‘Invulnerable’. Un cortometraje que trata sobre el VIH a través de la historia de un profesor de instituto que descubre que es portador de este virus y su vida se derrumba de la noche a la mañana. Pero, de cara al exterior, intenta aparentar una vida normal. Otro tema duro… ¿Qué quiere expresar con este cortometraje?
Con respecto a Invulnerable, quiero precisar que no es un cortometraje que trate sobre el sida sino que trata sobre la inmunodeficiencia adquirida, el VIH, que a veces provoca la enfermedad del sida o no. Trata sobre el VIH y las personas portadoras de este virus que entonces en el año 2005, era un estigma social importante que había que ocultar porque incluso te podían echar del trabajo. En esa época ya comenzaba a no ser una enfermedad mortal pero mientras que la evolución de la medicina y los tratamientos había sido muy grande, el estigma social seguía siendo muy duro para las personas que se infectaron con este virus. Hablando desde mi experiencia personal tuve contacto con muchas personas que tuvieron el virus, algunas de ellas fallecieron, y creo que después de la pandemia que hemos tenido con el Covid hablar de estos temas es dar voz a gente que no la tiene. Y eso para mí es sencillo: dar voz a personas que no tienen cómo expresarse.
Su participación en el Festival de Cortos de Soria durante muchos años ha sido enorme y con un gran éxito. ¿Qué premio recuerda con más cariño?
Para mí, participar en el Festival de Cortos de Soria ha sido siempre una gozada. Me han tratado muy bien y han tratado nuestros trabajos muy bien. Hemos recibido premios que me han hecho mucha ilusión. Yo creo que destacaría los premios por el cortometraje ‘Los dardos del amor’ que fue mi primer cortometraje que tuvo cierto recorrido por festivales y me hizo mucha ilusión. Y fue cuando conocí a gente de Soria con la que mantengo amistad y tengo ganas de volver.
¿Qué opina de la realización de festivales como el de Soria que intentan dar a conocer nuevos talentos del cortometraje y crear relaciones con profesionales del sector?
Los Festivales son una oportunidad de conocer a gente que está haciendo cine como tú. De estar conectado, de que tu trabajo se vea, de aprender… ya que son un estímulo para que puedas seguir haciendo cosas porque hay premios que te permiten hacer otros trabajos. Son muy necesarios y los buenos festivales de verdad son los que duran como el de Soria.
En 2009 se estrena la película ‘Yo también’¿Cómo fue el cambio del corto al largo?
El cambio fue ‘largo’. Abordar una película con una estructura de una hora y media o más, es mucho más complejo. En su momento, nos costó conseguir financiación porque poca gente creía que un proyecto basado en historias de síndrome de down podría ser interesante para el público pero finalmente la película fue un éxito, no sólo en España sino a nivel internacional y eso supuso un gran cambio. Es como que tu carrera despega. Tuve la oportunidad de conocer a Morgan Freeman, a Robert Redford… y que tu trabajo se exponga junto a películas como Clint Eastwood, es un subidón de autoestima.
Con la película ‘Yo También’ vuelve a explorar el mismo tema de la discapacidad intelectual. ¿Por qué? ¿Cree que en nuestra sociedad hay un gran desconocimiento sobre cómo viven las personas con discapacidad intelectual?
Con ‘Yo También’ volvemos a explorar este tema desde otro punto de vista, y es el tema de las relaciones afectivo-sexuales porque el tema de la discapacidad es muy amplio y hay que enfocarse en una cosa concreta. No puedes abarcarlo todo. En nuestra sociedad hay gran desconocimiento sobre este tema y existe cierto paternalismo en el tema del sexo. Lo hay hasta en las personas que no tienen discapacidad intelectual así que imaginad cuando hablamos de la necesidad afectivo-sexual de personas que tienen esta dificultad añadida.
Nosotros escogimos un personaje muy único, como es Pablo Pineda, una persona con discapacidad intelectual y título universitario cuya necesidad de afecto se veía lastrada por sus logros intelectuales ya que buscaba una persona a su mismo nivel intelectual y no la encontraba entre su ámbito, que era el síndrome de down. Eso es un drama clásico. La duda entre qué es mejor, ser feliz y no saber o un saber que te acaba causando soledad o infelicidad. Nosotros no damos respuesta a esas preguntas, es el espectador el que debe darlas pero queríamos lanzar esa pregunta: ¿Tenemos nosotros el derecho a decidir sobre la vida amorosa o sexual de esas personas?
Desde su experiencia, ¿Qué consejos les daría a los futuros cortometrajistas?
Les diría que trabajen mucho, que beban poco en las fiestas, que se conozcan y que persistan porque esto es una carrera de fondo. Incluso haciendo una película, es difícil hacer una segunda. Y sobre todo que, hay una necesidad de contar historias desde la sencillez y la humildad y no tanta parafernalia técnica. Se pueden contar cosas muy bonitas de forma sencilla y enfocándose en crear personajes creíbles para que los actores puedan trabajar con comodidad y hacer su trabajo y encarnar y dar vida a lo que escribimos.
Hay que rodearse de personas que saben más que tú y ahí está el talento de un buen director, en elegir las personas de las que se rodea para contar su historia que van a estar remando en su misma dirección.
Háblenos de sus proyectos, ¿en qué está trabajando ahora?
Estamos preparando nuestro siguiente largometraje y una serie de televisión. No puedo adelantar nada más, solo que son proyectos que hablan de sentimientos como todo nuestro cine.
Pedro Solís es un director y guionista español de películas de animación 3D galardonado con dos Premios Goya al mejor cortometraje de animación La bruxa en 2011 y Cuerdas en 2014.
A pesar de su apretada agenda ha querido hacer un hueco para acudir al Festival de Cortos de Soria e impartir una masterclass titulada ‘Cómo se hace una película de animación’
Comenzaremos dándote la enhorabuena por tu última película de animación, Momias, que se estrenó en España en febrero de este año y en la que has participado como productor. Además, la proyección de esta película forma parte de la actividad ‘Lleva a tu familia al cine’ que tuvo lugar el pasado 5 de noviembre en los Cines Mercado. Cuéntanos más sobre esta película, cómo surge la idea y cuál es su historia?
Tras el paso por “Las aventuras de Tadeo Jones”, “Atrapa la bandera” y “Tadeo Jones 2: El secreto del Rey Midas”, cinco amigos que llevábamos trabajando juntos 20 años decidimos montar un estudio propio de animación: CORE ANIMATION. Uno de los socios, Jordi Gasull, además de productor fue guionista de las películas en las que habíamos participado anteriormente, y nos propuso el guión de “Momias”. Desde el primer momento nos encantó el proyecto y nos embarcamos en esa aventura.
En relación a la masterclass sobre ‘cómo hacer una película de animación’, ¿qué van a poder aprender los participantes? ¿Cual es el objetivo de este taller?
Con esta masterclass pretendo que el público aprenda de manera amena cuáles son las fases principales de una película de animación 3D, a la vez que cuento lo que me ha llevado a hacer cortometrajes tan personales como “CUERDAS”
Cuentas con una dilatada experiencia en el mundo de la animación, ¿por qué este género? ¿Qué es lo que te hizo apostar por él?
Cuando era técnico electrónico, profesión que desarrollé durante muchos años, me apasionaba el cine y los ordenadores. Con el paso del tiempo la vía natural fue unir esas dos pasiones y acabar trabajando en esta área tan fascinante.
Has logrado grandes éxitos en taquilla y un gran reconocimiento internacional con películas como Tadeo Jones, Tadeo Jones 2 o Atrapa la bandera, entre otras…¿ cuál ha significado mas para ti? ¿Cuál ha supuesto más trabajo tanto el guión como el rodaje?
Hasta ahora la que más ha significado para mí ha sido “MOMIAS”, por ser la primera de nuestro propio estudio. Además, ha conseguido el hito de meterse en el top 10 de las películas españolas más taquilleras a nivel mundial.
También tengo que destacar “BUFFALO KIDS”, la película que estamos desarrollando actualmente, y que tengo el placer de codirigir con alguien tan talentoso como J.J. Garcia Galocha, el director de “MOMIAS”. Es una película inspirada en el universo “CUERDAS” ambientada en otra época y otro país, llena de aventuras y emotividad, como no podía ser de otra manera.
Cuerdas se ha convertido en un fenómeno mundial con más de 300 millones de reproducciones en redes sociales superando los 300 premios, y entrando en el LIBRO GUINNESS DE LOS RECORDS como el cortometraje de animación más premiado de la historia en todo el mundo. ¿Cómo te sientes al conseguir este éxito? Háblanos de Cuerdas ¿cómo surgió? ¿Por qué es tan personal?
Realmente el Guinness fue por ser el cortometraje más premiado de cualquier tipo, no solo de animación. Pero, si quieres saber cómo surgió, te recomiendo acudir a la masterclass.
Los cortometrajes sirven a muchos directores como carta de presentación e impulso para realizar posteriormente un largometraje, pero esto no es fácil en gran parte por la poca financiación con la que cuentan en sus inicios ¿Cuál es la clave para triunfar en el mundo del cine? ¿Qué consejos les darías a los futuros cortometrajistas?
Nadie tiene la clave para triunfar, yo por lo menos no la tengo. Si se la clave del fracaso, que es no trabajar lo más intenso que se pueda. Hay que darlo todo en un proyecto, y luego, esperar que pasen cosas. Muchas veces no pasará nada, pero sin ese esfuerzo previo es seguro que un proyecto no triunfará.
El Festival de Cortos de Soria es un evento ya consagrado internacionalmente cuyo objetivo consiste en reunir a profesionales y aficionados del mundo del cine para crear relaciones que faciliten la búsqueda de nuevos talentos y que sirva de impulso para la carrera profesional de nuevos talentos en el mundo del cine . ¿Qué opinas de este tipo de festivales?
Opino exactamente lo que indicas. Los festivales crean el caldo de cultivo de las que serán las próximas generaciones de profesionales del cine. Como curiosidad te diré que la mayoría de los cortometrajistas que conocí cuando CUERDAS rodaba por festivales ya han hecho su primera película, y muchos de ellos crearon lazos en los festivales de cortometrajes por los que pasaron.
El 31 de marzo se estrenó en cines ‘19, solos frente a la verdad’, un documental dirigido por Javier Kühn, con el que ha debutado como director de largometraje con un proyecto ‘personal, directo y que pone encima de la mesa las vivencias personales ante la realidad del día a día.
Once grandes actores y actrices españolas se desnudan ante la cámara para revelar qué experiencia positiva y transformadora han vivido durante los difíciles momentos del COVID 19. Marian Álvarez, Imanol Arias, Alicia Borrachero, María Castro, Lolita Flores, Javier Gutiérrez, Fele Martínez, Belén Rueda, Jorge Sanz, Luis Tosar y Unax Ugalde han participado de esta iniciativa en la que todos ellos se encuentran solos ante la cámara, sin texto, con total libertad de compartir algo con el espectador.
¿Cómo surge la idea de este proyecto?
Los productores me hablaron del proyecto, que a mi me pareció una muy buena idea, abordar el tema de la pandemia desde un punto de vista positivo, descartando toda la negatividad que nos rodeaba en ese momento (grabamos en el momento álgido de la pandemia). Con esa premisa del tono positivo busqué darle un formato de testimonial.
Es tu debut como director en un largometraje, ¿no te pareció una idea demasiado arriesgada para debutar o el objetivo era buscar algo sorprendente y fuera de lo normal, más personal?
En realidad se trata de un encargo, y no tanto una idea mía. Aún así me pareció un reto bucear en un documental de estas características. Cuando me lo propusieron, el reto fue darle la forma.
Estudié componer los planos anteponiendo una intención estética, cuando esta suele ser narrativa. Pensé en agarrar al publico usando sus instintos primarios —miedo, esperanza, curiosidad, etc.— y no recurriendo solo a la emoción estética, utilizando un tipo de plano para cada situación emocional concreta. Todo eso, unido a una realización y un montaje que cambia constantemente de plano, haciendo que se esquive la fatiga visual.
Utilizamos tres cámaras, una frontal, una lateral y luego teníamos una cámara autónoma para registrar esos primerísimos planos. Necesitaba ver cada surco de arruga, cada poro de piel.
Al fin y al cabo, este es un viaje de claro-oscuros, en el límite donde el optimismo y la esperanza acaban por encontrarse.
El documental cuenta con la participación de un elenco de actores y actrices consagrados y muy queridos en España. ¿Cómo fue la elección de los protagonistas? ¿Costó mucho cuadrar agendas con la cantidad de compromisos profesionales que tienen anualmente estos artistas?
No hubo un 'casting' al uso. Aquí el problema no eran los nombres de los actores, sino la agenda de ellos. Cuando empezamos a llamar a los distintos actores y actrices, el gran problema fueron las fechas, porque es cierto que cuando hubo una mínima apertura, justo después del confinamiento, ellos tenían compromisos adquiridos, se habían parado rodajes que tenían que continuar, se abrían algunos teatros, los cines abrían respetando normas de aforo, etc. y cuadrar las agendas de todos ellos fue realmente un encaje de bolillos.
Había mucha gente que nos gustaba, pero no estaban todos disponibles. A partir de ahí, había que descartar a alguno y pasar al siguiente… que era igual de válido que el primero. Así que más que una selección, nos tuvimos que ajustar a quien estaba libre en ese momento.
Lo saludable hubiera sido rodar de continuo el documental, pero claro, no podíamos por las agendas de ellos. Arrancamos con Imanol y Luis, y no pudimos rodar con el con el resto hasta muchos meses después. Al final, una tercera parte, la terminamos con Belén y María.
Pero quiero aclarar que no buscaba que fuesen más o menos conocidos, sino que tuvieran una oratoria atractiva.
¿Cómo reaccionaron cuando les presentaste el proyecto?
A corazón abierto. No solo veían el proyecto interesante, sino necesario.
Aquí no hay guion. Cada cual traía su discurso de una forma libre y yo les permitía hablar de lo que quisieran, siempre respetando ese tono positivo. Yo les pedí que se desnudaran. Pero esa desnudez es muy difícil en un formato como el testimonial, que es de los formatos más crueles que existen cuando ruedas, porque el actor no está interpretando un papel, un personaje. Está hablando a un objetivo, a una cámara que no le da la réplica. Esta desnudez emocional es muy difícil para ellos, pero sí les pedí que fueran sinceros, y creo que eso sí se refleja en el documental.
Éramos un equipo reducido precisamente para sumergirles a cada uno de ellos en esa intimidad que el relato necesitaba y de la que ellos también precisaban para contarla.
¿Hay alguno que te sorprendiera especialmente por la historia que cuenta o su forma de expresar y llegar al espectador?
A mí me conmueve el discurso global. No hay o no sabría decir si hay una parte que me conmueve más que otra. Si me sorprendió que contasen cosas que nunca antes habían contado públicamente, como en el caso de Fele. Pero es que llegan a un punto del relato en que necesitan vomitarlo y eso parece un paso muy valiente.
Desvelar sus vulnerabilidades y miedos, para encarrilar el documental con destino a un terreno en el que los afectos se convierten en los principales argumentos.
Lo que aquí se cuenta es una narración de sentimientos y emociones. Quería que los actores “sudaran” “humanidad por todos sus poros convirtiéndoles en personajes sin una pizca de heroísmo. En este documental la comunicación es estar, es coincidir, es aguantar la situación de tener que estar quietos ante el objetivo… entrever cómo los personajes se hallan al borde del abismo o la esperanza.
En un principio no se pensaba estrenar en cines pero debido al éxito y la respuesta del espectador, se estrenó en los cines de España el pasado mes de marzo. ¿Dónde crees que reside el éxito de este documental?
El film se presentó en la 67ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, Seminci, dentro de la sección Proyecciones Especiales, con una excelente acogida por parte del público y la prensa. Así que la distribuidora decidió que antes de la plataforma, merecía un estreno en salas. Y funcionó.
Para mi la sala de cine contribuye a fortalecer la idea de que lo que acontece en la pantalla es algo íntimo y verídico. Esa técnica en el documental, casi de Nouvelle Vague, en una gran pantalla consigue transmitir un cosmos de sensaciones.
Ha sido su primer largo como director tras una larguísima trayectoria de cortos ¿Tiene nuevos proyectos que nos puedas adelantar?
Ahora mismo trabajo en varios guiones de ficción y estoy al habla con algunas productoras para la financiación de un primer largometraje. Y no descarto poder rodar un nuevo cortometraje el año que viene.
El Festival Internacional de Cortos de Soria se hace eco de todo ese éxito e incluye la proyección del documental en su programación a modo de homenaje. Es un Festival que busca impulsar nuevos talentos del cine y sirve de trampolín para que puedan darse a conocer ante grandes profesionales del sector que acuden a esta cita cultural. ¿Qué consejos darías a los futuros cortometrajistas?
El mejor consejo que puedo dar es que sean fieles a su propio estilo y cuenten sus historias de la forma que ellos escojan. Puedes aceptar sugerencias de todos pero al final tienes que permanecer fiel a tu propia estética. Si no, acabas haciendo la película de otro.
Y que se rodeen de gente que sepa mas que tú. Esto es una orquesta y tu vas a dirigirla, pero los músicos tienen que ser los mejores por que son sus instrumentos los que se van a oír. ¡Tu solo pones orden!
Tu eres un ‘viejo conocido’ del Festival de Cortos de Soria, ¿qué recuerdas de tu paso por aquí? ¿Cómo fue tu experiencia?
Si, muy viejo! He estado en varias ocasiones, unas veces participando en competición con alguno de mis cortometrajes y también como jurado de la Sección Oficial. Siempre me he sentido muy querido cada vez que lo he visitado. Yolanda Benito, además de considerarla ya una amiga, es una magnifica anfitriona con todos y cada uno de los que visitamos el Festival. Pone todo el corazón para que Soria sea un referente en cuanto a los festivales de cortometrajes en España, cuidando mucho la programación y el producto. Es un festival impecable!
Siempre me sorprende el tipo de cine en este festival porque sabes que es muy interesante.
Y qué rico se come en Soria!